Iris Flores
Hace apenas unos cinco o seis años, solía preguntarme en mis tiempos de ocio y locura qué significado tendría pertenecer a una universidad, qué sentido tendría ser universitario, qué aprendería, y a quién conocería; pero sobre todo, me cuestionaba qué impacto tendría este nuevo proceso en mi vida como mujer, hija, hermana y amiga. Acaso ¿habría algún cambio en mí? Como a todos, lo nuevo me daba mucho miedo, pero también me llenaba de emoción, sabía que podrían pasar cosas buenas y malas; y sin embargo mi sed de conocimiento me llevó a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, ¿por qué? No lo sé, no obstante no me arrepiento; al contrario, haber llegado a esta gran casa de estudios es lo mejor que me pudo pasar en mi vida. La UACM ha marcado mi vida de forma permanente, pues es a partir de mi ingreso a la universidad cuando salí de la “caverna” descrita por Platón en su famosa “alegoría”, y así como el esclavo tuvo la oportunidad de ver esas sombras y admirar al sol en todo su esplendor, yo también tuve la oportunidad de descubrir cosas maravillosas que solo en la universidad se pueden conocer, cosas que cambiaron mi forma de pensar, ver y sentir el mundo; por esto y otras tantas cosas más, me siento en la obligación de alzar la voz y expresar lo que piensa una universitaria como yo.
Me siento muy orgullosa de pertenecer a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de verla crecer y desarrollarse, pero sobre todo de formar parte activa de ese crecimiento como institución sólida. La UACM desde su nacimiento fue vista como un proyecto valioso en los ámbitos sociales, políticos y culturales para la Ciudad de México; grande en infraestructura y estructura; majestuosa en tanto proyecto académico; de respeto por todos los profesores y administrativos que en ella trabajan; y sobresaliente por todos los alumnos que en ella estudian; no obstante nuestra universidad aun está en proceso de consolidación pues es una institución joven, pero no por eso adolece de legitimidad.
Su construcción ha sido siempre en tema de debate. Tanto que el día de hoy nos vemos inmersos en una coyuntura muy importante que atraviesa, tanto la vida de la UACM, como la nuestra. Una coyuntura que amenaza con destruir este noble proyecto educativo. Sin embargo, no vale la pena volver a mencionar todos los sucesos que desencadenaron este malestar mediático que solo lastima el nombre de nuestra institución; lo importante en estos momentos es preguntarnos ¿Cómo vamos a salir de este embrollo político? ¿Qué camino es el que debemos seguir?, ¿Qué opciones debemos consolidar? Y sobre todo ¿hacia dónde queremos llevar a nuestra universidad?
Es fundamental valorar lo bueno y malo de nuestra institución, así como revisar los errores y corregir las fallas, auto-evaluar y auto-criticar, resolver e instaurar, ordenar y trabajar, todo en un ámbito de respeto y tolerancia a los diversos puntos de vista de los grupos o sectores estudiantiles y académicos que se han formado a raíz de todo lo que antecede este escrito; sin descalificar, ni gritar; sin promulgar verdades absolutas, ni fraudes imaginarios; todos en un mismo camino de legalidad e institucionalidad.
Lo anterior trae como resultado el respeto a nuestra institución que supone evitar a toda costa el cierre y clausura de los planteles, oficinas y centros educativos, así como asumir la obligación de promover e incitar al diálogo y debate, con el único fin de dar voz a la pluralidad de opiniones que aún no han sido escuchadas. Además (y rescatando algunos puntos ya expuestos por profesores) es importante defender nuestra autonomía universitaria, pues es el único medio legal que tenemos como universitarios para poder autogobernarnos de forma libre y responsable; también es importante defender nuestras instituciones y los órganos que legal y legítimamente nos representan, como nuestro Consejo Universitario. De igual forma es importante impulsar la consolidación de la vida académica y la investigación fortaleciendo la planta docente comprometida, actualizada y productiva con su trabajo, esto es aquellos que se han comprometido con educar y preparar a los futuros licenciados e ingenieros que como parte de la consolidación de Nuestro proyecto universitario, saldrán a involucrarse, explicar, analizar y/o transformar la realidad social. También es sumamente necesario dar apoyo a todos los grupos de estudio e investigación que se han estado formando por parte de estudiantes que están comprometidos con su entorno académico y social, pero sobre todo el apoyo de aquellos alumnos que no cuentan con la infraestructura física y de recursos necesaria para el crecimiento de sus actividades académicas, lo anterior conlleva a ejercer una responsabilidad de trasparencia en torno a los recursos económicos para su máximo aprovechamiento.
Finalmente, y concluyo con esta reflexión que –ya se ha empezado- pero que vale la pena recalcar, y es: la necesidad de dejar a un lado el conflicto y las discrepancias que todos tenemos en torno a esta coyuntura, y lograr involucrarnos de forma responsable y crítica a este proceso de consolidación (y no de crisis) que está atravesando nuestra universidad, por lo que invito a todos los que integramos la comunidad universitaria (profesores, alumnos, trabajadores y administrativos) a reflexionar sobre lo que hemos hecho, lo que no hemos hecho y sobre todo lo que podemos y debemos llegar a hacer a favor de nuestra universidad.
Nosotros como universitarios, le debemos mucho a la UACM es el momento de retribuirle un poco de todo lo que nos ha dado. Sólo piensen por un instante en lo que han ganado por ser de los pocos ciudadanos que tienen el honor de estudiar el nivel superior, del conocimiento que ahora tienen por estar en la aulas y en convivencia directa con profesores capacitados y entregados a su trabajo; en lo personal y respondiendo a la pregunta que hice en un principio, esta institución cambió todo en mi vida, he conocido personas que han marcado mi vida, en el buen sentido y (también, porque no) en el mal sentido de la palabra, he debatido con compañeros y profesores que rebasan mi perspectiva del conocimiento, he aprendido a vivir de forma responsable y autónoma ¿mi vida cambio? Sí. Ahora ¿Por qué no he de ayudar a cambiar y mejorar mi universidad?
A T E N T A M E N T E
Esperanza Iris Gómez Flores
Alumna y Tesista de la Carrera de Ciencia Política y Administración Urbana
“Estudiantes somos y en las aulas nos encontramos”
Universitarios por un autonomía responsable
“Pienso, luego exijo”
A toda la comunidad Universitaria:
Mayo 10 de 2011
“Pienso, luego exijo”
A toda la comunidad Universitaria:
Mayo 10 de 2011
Hace apenas unos cinco o seis años, solía preguntarme en mis tiempos de ocio y locura qué significado tendría pertenecer a una universidad, qué sentido tendría ser universitario, qué aprendería, y a quién conocería; pero sobre todo, me cuestionaba qué impacto tendría este nuevo proceso en mi vida como mujer, hija, hermana y amiga. Acaso ¿habría algún cambio en mí? Como a todos, lo nuevo me daba mucho miedo, pero también me llenaba de emoción, sabía que podrían pasar cosas buenas y malas; y sin embargo mi sed de conocimiento me llevó a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, ¿por qué? No lo sé, no obstante no me arrepiento; al contrario, haber llegado a esta gran casa de estudios es lo mejor que me pudo pasar en mi vida. La UACM ha marcado mi vida de forma permanente, pues es a partir de mi ingreso a la universidad cuando salí de la “caverna” descrita por Platón en su famosa “alegoría”, y así como el esclavo tuvo la oportunidad de ver esas sombras y admirar al sol en todo su esplendor, yo también tuve la oportunidad de descubrir cosas maravillosas que solo en la universidad se pueden conocer, cosas que cambiaron mi forma de pensar, ver y sentir el mundo; por esto y otras tantas cosas más, me siento en la obligación de alzar la voz y expresar lo que piensa una universitaria como yo.
Me siento muy orgullosa de pertenecer a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de verla crecer y desarrollarse, pero sobre todo de formar parte activa de ese crecimiento como institución sólida. La UACM desde su nacimiento fue vista como un proyecto valioso en los ámbitos sociales, políticos y culturales para la Ciudad de México; grande en infraestructura y estructura; majestuosa en tanto proyecto académico; de respeto por todos los profesores y administrativos que en ella trabajan; y sobresaliente por todos los alumnos que en ella estudian; no obstante nuestra universidad aun está en proceso de consolidación pues es una institución joven, pero no por eso adolece de legitimidad.
Su construcción ha sido siempre en tema de debate. Tanto que el día de hoy nos vemos inmersos en una coyuntura muy importante que atraviesa, tanto la vida de la UACM, como la nuestra. Una coyuntura que amenaza con destruir este noble proyecto educativo. Sin embargo, no vale la pena volver a mencionar todos los sucesos que desencadenaron este malestar mediático que solo lastima el nombre de nuestra institución; lo importante en estos momentos es preguntarnos ¿Cómo vamos a salir de este embrollo político? ¿Qué camino es el que debemos seguir?, ¿Qué opciones debemos consolidar? Y sobre todo ¿hacia dónde queremos llevar a nuestra universidad?
Es fundamental valorar lo bueno y malo de nuestra institución, así como revisar los errores y corregir las fallas, auto-evaluar y auto-criticar, resolver e instaurar, ordenar y trabajar, todo en un ámbito de respeto y tolerancia a los diversos puntos de vista de los grupos o sectores estudiantiles y académicos que se han formado a raíz de todo lo que antecede este escrito; sin descalificar, ni gritar; sin promulgar verdades absolutas, ni fraudes imaginarios; todos en un mismo camino de legalidad e institucionalidad.
Lo anterior trae como resultado el respeto a nuestra institución que supone evitar a toda costa el cierre y clausura de los planteles, oficinas y centros educativos, así como asumir la obligación de promover e incitar al diálogo y debate, con el único fin de dar voz a la pluralidad de opiniones que aún no han sido escuchadas. Además (y rescatando algunos puntos ya expuestos por profesores) es importante defender nuestra autonomía universitaria, pues es el único medio legal que tenemos como universitarios para poder autogobernarnos de forma libre y responsable; también es importante defender nuestras instituciones y los órganos que legal y legítimamente nos representan, como nuestro Consejo Universitario. De igual forma es importante impulsar la consolidación de la vida académica y la investigación fortaleciendo la planta docente comprometida, actualizada y productiva con su trabajo, esto es aquellos que se han comprometido con educar y preparar a los futuros licenciados e ingenieros que como parte de la consolidación de Nuestro proyecto universitario, saldrán a involucrarse, explicar, analizar y/o transformar la realidad social. También es sumamente necesario dar apoyo a todos los grupos de estudio e investigación que se han estado formando por parte de estudiantes que están comprometidos con su entorno académico y social, pero sobre todo el apoyo de aquellos alumnos que no cuentan con la infraestructura física y de recursos necesaria para el crecimiento de sus actividades académicas, lo anterior conlleva a ejercer una responsabilidad de trasparencia en torno a los recursos económicos para su máximo aprovechamiento.
Finalmente, y concluyo con esta reflexión que –ya se ha empezado- pero que vale la pena recalcar, y es: la necesidad de dejar a un lado el conflicto y las discrepancias que todos tenemos en torno a esta coyuntura, y lograr involucrarnos de forma responsable y crítica a este proceso de consolidación (y no de crisis) que está atravesando nuestra universidad, por lo que invito a todos los que integramos la comunidad universitaria (profesores, alumnos, trabajadores y administrativos) a reflexionar sobre lo que hemos hecho, lo que no hemos hecho y sobre todo lo que podemos y debemos llegar a hacer a favor de nuestra universidad.
Nosotros como universitarios, le debemos mucho a la UACM es el momento de retribuirle un poco de todo lo que nos ha dado. Sólo piensen por un instante en lo que han ganado por ser de los pocos ciudadanos que tienen el honor de estudiar el nivel superior, del conocimiento que ahora tienen por estar en la aulas y en convivencia directa con profesores capacitados y entregados a su trabajo; en lo personal y respondiendo a la pregunta que hice en un principio, esta institución cambió todo en mi vida, he conocido personas que han marcado mi vida, en el buen sentido y (también, porque no) en el mal sentido de la palabra, he debatido con compañeros y profesores que rebasan mi perspectiva del conocimiento, he aprendido a vivir de forma responsable y autónoma ¿mi vida cambio? Sí. Ahora ¿Por qué no he de ayudar a cambiar y mejorar mi universidad?
A T E N T A M E N T E
Esperanza Iris Gómez Flores
Alumna y Tesista de la Carrera de Ciencia Política y Administración Urbana
“Estudiantes somos y en las aulas nos encontramos”
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